El señor Leo Leyenda, nuestro querido lector, decidido a seguir las recomendaciones de su psicóloga de salir a ver el mundo se acercó a la presentación de un libro, precisamente a la presentación de un libro sobre él: Leo Leyenda, lector y nada más.
Luego de que hablaron los dos presentadores, y el autor, los presentes fueron invitados a escuchar un cuarteto de bandoneones, que alegraba la reunión.
El cuarteto empezó a tocar un tango, cuyos abundantes firuletes impedían reconocerlo.
Una señorita muy atractiva, tal vez confiando en los conocimientos tangueros de nuestro ilustre amigo, le preguntó de qué tango se trataba.
—No lo reconozco, aún —le dijo, pero déjemelo escuchar un poco más y se lo digo.
La curiosidad de la joven era más grande y no pudo esperar una respuesta, así que interrogó a otro hombre, sentado delante de ella.
Mientras tanto, Leo creyó reconocer el tango, y escribió en una de sus tarjetas: Canaro en París.
—Este señor me dijo que es Los mareados —le susurró ella, acercando sus rubios cabellos a la cara de Leo.
Él le mostró el revés de su tarjeta, mientras pensaba que sin dudas, el otro estaba equivocado.
El presentador habló: —El cuarteto de bandoneones ha interpretado Canaro en París.
Leo se enorgulleció tanto que sintió como el salón se hacía pequeño para él, y tuvo miedo de al salir, no pasar por la puerta.
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